Pasado y Presente
Un restaurante familiar con casi 50 años de historia
Nuestro origen va ligado al de Mercazaragoza, el mercado mayorista agroalimentario de referencia en la capital aragonesa, pues a medida que sus instalaciones se levantaban, nuestra abuela Pilar comenzó a vender bocadillos y gaseosas de pito a los trabajadores que las construían.
Así nació nuestro querido restaurante, el pilar (nunca mejor dicho) que desde entonces ha sustentado y sustenta a esta familia, y que ha tenido en el buen hacer con sus clientes a su máximo aliado para llegar a nuestros días.
A lo largo de estos años, hemos tenido la suerte de conocer a gente extraordinaria, personas que han parado en nuestra casa para tomar algo y que no han dudado en volver, una y otra vez, para deleitar nuestros platos, y al mismo tiempo, para enriquecernos y dejarnos disfrutar de su amabilidad, ingenio y sabiduría. Algunos de ellos continúan visitándonos, y otros, ley de vida, ya no se encuentran con nosotros.
Desde este espacio de nuestra web, reservado a nuestro lado más íntimo, queremos hacer un homenaje a todos nuestros clientes y, sobre todo, amigos, y que sea a través de las palabras de uno de ellos, nuestro apreciado Pedro Contreras, ya fallecido, como conozcáis el inicio y andadura de nuestro negocio.
Os dejamos con un texto que escribió para nosotros hace algún tiempo, deseamos que os guste.
Algo más que un restaurante…
Por la carretera de Cogullada hacia San Juan de Mozarrifar circulamos atravesando la fértil huerta de Cogullada. Salpicada de torres típicas, viviendas de los habitantes del lugar. Allí tenían sus granjas, huertos familiares y fincas cultivadas de todo tipo, hasta abundantes remolachas.
En una de esas torres vivía la familia Ferrer Gracia, compuesta por Antonio “el Finuras”, Pilar “La Marqués” (nacida y criada en ella) y sus cuatro hijos: Antonio, Daniel, Pilar y José Luis. De todos ellos, “La Marqués”, tras enviudar muy joven, dio origen al protagonista de esta pequeña gran historia, el Restaurante Torrejón.
Corría el año 1971, el paisaje había comenzado a cambiar. Algunas empresas de diferentes industrias se habían instalado en la zona.
Fue entonces cuando Pilar, mientras sus hijos Antonio y Daniel trabajaban en la fundición, y su hija Pilar le ayudaba con las tareas y con el cuidado de su hermano menor, José Luis, comenzó a suministrar bocadillos y gaseosas de pito a los trabajadores que edificaban las naves de Mercazaragoza.
Y poco a poco, gaseosa tras gaseosa, y bocadillo tras bocadillo, esta fantástica mujer, junto con Antonio y José Luis, y la ayuda inestimable de Pilar y Daniel, se empeñó en dar vida y tomar las riendas de lo que es hoy el Bar-Restaurante Torrejón.
Pasaron los años, y Antonio se casó con Mari Carmen, otro de los grandes pilares de este negocio familiar. Juntos iniciaron el camino a través del esfuerzo, y siempre cultivando un espíritu de servicio, esfuerzo y amabilidad tan naturales que convirtió aquella casa en una institución para sus visitantes.
En tan solo cinco años, Antonio y Mari Carmen tuvieron cinco hijos: Toñin, los gemelos Javi y Santi, la primera chica, María Pilar, y la pequeña María del Carmen.
Y como la familia creció, el bar también creció. Y aquella casa de comidas con un único comedor fue acogiendo a más y más comensales. En los almuerzos había que esperar y gente de todo tipo acudía a degustar los platos que tan bien cocinaba Mari y que con tanta simpatía y cercanía servía Antonio.
¿Qué tenían de diferentes aquellas tortillas, cazuelas, bocadillos, etc. para que tantas personas acudieran y volvieran? Sin duda alguna, profesionalidad y amabilidad, y algo que se descubre en el trato y el buen servicio, sin servilismos. Naturalidad y cariño.
El tiempo afianzó el trabajo realizado, llegaron los cambios naturales, y el bar se amplió con un comedor en la parte posterior. Así permaneció hasta que, en el año 2000, la tercera generación del Torrejón, los hijos de Antonio y Mari, acometieron una profunda reforma, dotándolo de nuevas y modernas instalaciones: una espectacular cocina, otro comedor, una terraza interior y una zona de preparación de cócteles, que acabaron por otorgarle a este pequeño bar la categoría de restaurante de referencia en la zona.
Después de acabar sus estudios, de hostelería, Toñin y Javi, junto con sus tres hermanos y el apoyo incondicional de sus padres, trajeron un aire renovado y cargado de modernidad al negocio familiar, que no dudaron en combinar con aquellos elementos en los que se había sustentado durante tantos años el éxito de este bar-restaurante.
El resultado de todo este esfuerzo lo podéis disfrutar hoy en día acudiendo a visitarlos. Menús confeccionados con la magnífica calidad de sus productos frescos adquiridos en la despensa de Mercazaragoza, sabrosos, apetitosos, con nuevas técnicas y, sobre todo, con gran cariño hacia sus clientes, han conseguido que todo el mundo salga contento, o por lo menos, eso es lo que intentan a diario.
El Torrejón es algo más que un restaurante, es la sensación al buen hacer, amabilidad, profesionalidad, naturalidad y un extremado cariño hacia sus clientes.
La familia y los amigos
La tercera generación del Torrejón
Nosotros: Toñín, Santi, Pili, Javi y Carmen. Los cinco hermanos hemos sucedido a nuestros padres y hoy gestionamos el Bar-Restaurante Torrejón.
Toñín
Gerente
Santi
Jefe de Cocina
Pili
Jefa de Respostería
Javi
Jefe de Barra
Carmen
Jefa de Sala